Los esquemas cognitivos de una persona conformados por sus valores, principios y aprendizajes evolutivos constituyen la forma de ser de un individuo. Es decir, determinan cómo se va a comportar y cuáles serán las actitudes más probables que tome ante determinadas situaciones o personas.
Hay personas con unos esquemas cognitivos bien estructurados y por ello consiguen adaptarse adecuadamente a todas las circunstancias de sus vidas, además de ir adquiriendo progresivamente cada vez mayores capacidades y confianza en sí mismos. Sin embargo, hay otras personas con unos esquemas cognitivos disfuncionales e inadecuados que les provocan comportamientos erráticos o gran sufrimiento emocional.
En este artículo voy a describir 15 tipos de personas con este tipo de conductas desadaptativas que les provocan malestar o conflictos personales.
El perfeccionista
Definición: Este tipo de persona tiene una gran exigencia hacia sí mismo, expectativas demasiado altas y considera que debe alcanzarlas a cualquier precio, incluso su propia felicidad.
Pensamientos frecuentes: «debo ser mejor, tengo que hacerlo perfecto».
Consecuencias: insatisfacción en todo lo que hace pues es muy difícil alcanzar sus expectativas, tensión permanente, frustración e irritabilidad.
El egocéntrico
Definición: Este tipo de persona se cree capaz de conseguir todo lo que desee. En este caso la exigencia es hacia los demás, que deben satisfacer sus deseos.
Pensamientos frecuentes: «debo obtener lo que quiero, soy especial, los demás deberían satisfacerme».
Consecuencias: al no conseguir lo que quieren tienen grandes sentimientos de rabia, resentimiento y frustración.
El dependiente
Definición: Este tipo de persona tiene la necesidad de contar siempre con el apoyo de una o varias personas, sobre todo de su entorno más cercano. No cree ser capaz de hacer algo solo.
Pensamientos frecuentes: «necesito de los demás, no puedo hacerlo solo».
Consecuencias: no cumplen sus propios deseos porque prefieren ser complacientes con los demás por temor a ser abandonados, viven agobiados por no ser autónomos e independientes pero tampoco lo buscan. Actitud pasiva.
El vulnerable
Definición: Este tipo de persona piensa que algo grave le va a suceder en cualquier momento. Vive con miedo y se siente indefenso.
Pensamientos frecuentes: «algo malo va a pasar, sería terrible que pasara algo malo».
Consecuencias: elevada ansiedad, estado de alerta constante.
El controlador
Definición: Este tipo de persona tiene miedo de perder el control tanto de si mismo como de su entorno.
Pensamientos frecuentes: «debo saber lo que pasa en todo momento, siempre debo saber controlarme, no puedo perder el control».
Consecuencias: sensación de tensión constante y rigidez en la actuación. Inseguridad.
El sacrificado
Definición: Este tipo de persona tiene como finalidad vital sacrificarse por los demás. Piensa que es su deber ayudar y sacrificarse por los otros, por encima de si mismo.
Pensamientos frecuentes: «debo sacrificarme por ellos, mi vida tiene sentido si me vuelco completamente en ayudar a los demás, los otros necesitan mi ayuda, si yo no lo hago nadie lo hará».
Consecuencias: insatisfacción vital por no pensar en sus propios deseos, agotamiento, rabia y frustración cuando no ve recompensado su sacrificio.
El victimista
Definición: Este tipo de persona tiene la necesidad de ser querido y atendido por otros, considera que está injustamente tratado por las personas tanto de su entorno como en otras áreas vitales. Muestra queja y desagrado casi en todo lo que le pasa.
Pensamientos frecuentes: «nadie me quiere, la gente es egoísta, los demás no tienen tiempo para mi».
Consecuencias: insatisfacción vital, amargura, depresión, resentimiento, rabia interna y manipulación a los demás para conseguir sus objetivos. Actitud pasivo-agresiva.
El abandonado
Definición: Este tipo de persona tiene miedo de ser abandonado por sus seres queridos y finalmente de quedarse solo en la vida, a pesar de no tener ningún motivo para pensar tal cosa.
Pensamientos frecuentes: «me abandonarán, nunca encontraré a otra persona igual, siempre estaré solo».
Consecuencias: angustia, tristeza, miedo a asumir nuevos compromisos y a abrirse socialmente. Soledad.
El suspicaz
Definición: Este tipo de persona ve malas intenciones en los demás y tiende a ser desconfiado por norma general.
Pensamientos frecuentes: «el mundo es malo y debo protegerme, no hay que confiar en la gente, los demás quieren hacerme daño».
Consecuencias: incapacidad de establecer lazos estrechos, comportamiento hostil, a la defensiva y desconfianza hacia los demás.
El solitario
Definición: Este tipo de persona se aparta de los demás, considera que es un inadaptado en el entorno en el que vive y se mueve. Se considera diferente.
Pensamientos frecuentes: «nadie me comprende, a la gente no le gusta lo que a mí si, soy diferente».
Consecuencias: incomprensión, soledad.
El indeseable
Definición: Este tipo de persona cree que no resulta interesante para nadie. Tiene muy baja autoestima y es el primero que se falta al respeto a si mismo.
Pensamientos frecuentes: «soy aburrido, no soy atractivo para nadie, los demás son mejor que yo».
Consecuencias: frustración, baja autoestima, vulnerabilidad, debilidad emocional, sufrimiento y depresión.
El minusválido
Definición: Este tipo de persona se siente inferior a los demás, se cree con gran cantidad de defectos y considera que no es merecedor de nada bueno que le suceda.
Pensamientos frecuentes: «no merezco ser querido, tengo muchos defectos, no lo valgo».
Consecuencias: insatisfacción vital por creer que no merece ser querido, depresión y baja autoestima.
El culpable
Definición: Este tipo de persona cree haber hecho algo malo por lo que debe ser castigado. Gran capacidad de autocrítica que suele ser excesiva consigo mismo, más que con los demás. Cree en la justicia y se la aplica en primer lugar.
Pensamientos frecuentes: «he hecho algo mal y merezco ser castigado».
Consecuencias: tristeza, depresión, baja autoestima, gran culpabilidad, arrepentimiento, pensamientos obsesivos sobre el hecho que ha consumado.
El incompetente
Definición: Este tipo de persona se considera poco capaz de llevar a cabo lo que se proponga. Se ve como una persona torpe, inepto o incapaz para tomar decisiones y conseguir sus metas. Indecisos e inseguros.
Pensamientos frecuentes: «todo me sale mal, todo me pasa a mí, nunca seré capaz de lograrlo».
Consecuencias: desmotivación, sensación de fracaso, desesperanza vital, baja autoestima.
El tímido
Definición: Este tipo de persona sienten que los demás se pueden dar cuenta de sus defectos, que les van a juzgar, criticar o evaluar lo cual consideran como algo terrible.
Pensamientos frecuentes: «los demás se van a dar cuenta realmente de cómo soy, de lo poco que valgo y me dejarán de lado».
Consecuencias: aislamiento social, soledad, inseguridad, baja autoestima, evitación y pensamientos de autorreferencia.
Como vemos todos estos tipos de personas sufren determinadas consecuencias derivadas de sus conductas, pensamientos y emociones. Si te has sentido identificado con alguno de estos tipos y reconoces las consecuencias provocadas en tu propia vida, te recomiendo que acudas a un psicólogo con el que poder trabajar los aspectos disfuncionales de tu forma de ser. Quizás no sea tan difícil cambiarlos y comenzar a ser feliz.
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