Si un amigo cercano cosecha un éxito profesional, ¿te sientes mal? – Cuando alguien cercano a tu entorno de trabajo o vida privada actúa de forma acertada e incluso loable, ¿te cuesta felicitarlo? – ¿Te sientes mal cuando alguien importante habla maravillas de otro que conoces? – ¿Sientes que no recibes el mismo afecto que muchos de tus amigos? – En las reuniones sociales ¿te gusta destacarte y ser el centro de atención? – ¿Criticas a gente famosa o a personas que no conoces? – ¿Te anima que alguien que ha triunfado esté ahora pasando un mal momento? – ¿Te sientes mal si te tratan de la misma manera que a otra gente? – ¿Alguna vez pensaste que tus amigos no saben lo que vales?
Primeramente responde a las cuestiones del encabezado con un “Sí” o “No”. Si has respondido a estas preguntas con más de 4 “Sí”, tienes envidia. Envidia sana o enfermiza, podrás tratar de buscarle una justificación, pero sea cual sea el caso, es necesario que mires en tu interior y reflexiones sobre la siguiente cuestión “¿Qué hizo la persona objeto de mi envidia para llegar a ese lugar y que yo no hice?”. No es una cuestión para culparte o reprocharte a ti mismo por no haber sido capaz de llegar donde esa persona si llegó, sino ponerte ante un nuevo planteamiento de tus propias estrategias para alcanzar los objetivo que te hayas planteado.
Envidiar es una emoción secundaria que no sólo implica anhelar lo que la otra persona tiene, querer estar pasando por la misma circunstancia que el otro; el acto de envidiar implica mucho más: te coloca en un plano de continua insatisfacción y de queja permanente. La envidia nace de la sensación o creencia de que nunca vamos a tener lo que el otro posee. La envidia es un estado interno modificable, creemos que seríamos más felices si tuviéramos lo que el otro tiene, si fuéramos como el otro es….pero no nos damos cuenta que simplemente es una insatisfacción personal disfrazada de frustración por la falta de objetivos propios o la consecución de ellos.
El envidioso pasa mucho tiempo opinando y juzgando a los demás, en lugar de enfocarse en sus propias metas, por lo que, termina convirtiéndose en verdugo en vez de en el protagonista de su propia vida. El envidioso siempre tendrá un motivo para sacar tus defectos a la luz, inculcar la inseguridad en tus proyectos o descalificarte en las conversaciones. Suelen ofrecer aclaraciones del tipo “lo que te digo no es por criticarte”, este tipo de afirmaciones demuestran que precisamente es esa su intención, de lo contrario no sería necesario aclararlo. La envidia siempre enferma y no sólo el cuerpo físico, sino que también amarga el espíritu. La persona envidiosa suele tener una baja autoestima y enfoca sus energías en el otro, en lugar de potenciar sus capacidades. En el momento que se centren en sí mismos y estén seguros de sus habilidades, desaparecerá la envidia de su vida pues verán en ellos las mismas capacidades que tiene el otro o incluso más.
La creencia de que las mujeres son más envidiosas es totalmente falsa, quizás si sean más expresivas y verbalicen la envidia de forma más directa pero muchos hombres también la padecen. Muchas veces a la pregunta de si somos envidiosos, contestamos que lo que tenemos es envidia sana, que se define como aquella emoción que reconoce que el otro tiene algo que nosotros aún no tenemos pero que haremos todo lo posible por conseguir. Este tipo de envidia no conlleva dolor ni frustración. Sin embargo, la llamada envidia enfermiza genera infelicidad, frustración y dolor por no tener lo que el otro tiene, de tal manera que desatendemos nuestra vida para vivir sumidos en la desazón por no tener la vida del otro e incluso deseando el mal ajeno.
Las personas envidiosas viven obsesionadas por las vidas ajenas, por los logros de los demás; pero se niegan a dar valor a sus propios éxitos. Muchos quisieran ser como la otra persona pero ¿serían capaces de tolerar y atravesar por todo aquello que esas otras vidas han sobrellevado para llegar al éxito?¿Podrían tener la misma implicación, sacrificio, esfuerzo, dedicación, estudio…que ha tenido la persona envidiada? Por ejemplo, mientras tú estabas en una fiesta, el otro estaba estudiando un postgrado o mientras estabas en un bar con los amigos mientras tu familia esperaba en casa, el otro estaba yendo al cine con sus hijos. Un viejo dicho popular dice “si miras mi éxito, mira también mi sacrificio”.
Para liberarte de la envidia empieza por explorarte internamente a ti mismo, tu búsqueda personal es la que le dará sentido a tu vida, tus metas y objetivos serán los que te liguen a tu destino, tus sueños y tus propósitos enfocarán tu energía y te pondrán en acción. Soñar, proyectarse y ser cada día un poco mejor son los ingredientes de una sana autoestima. No busques reconocimiento ni fama en tus actos, no te muevas por conveniencias, porque una persona con sana estima sólo necesita aprobación y satisfacción personal. No compitas con nadie, no tienes que demostrar nada a nadie. Cada logro del otro debe ser un desafío para ti, una fuente de inspiración. No tienes que llegar donde el otro llegó, simplemente superar tus metas y tus propios límites. Compárate solo contigo mismo y supérate día tras día.
¡Sé la mejor versión de ti mismo!
Una serpiente estaba persiguiendo a una luciérnaga. Cuando estaba a punto de comerla, ésta le dijo: “¿Puedo hacerte una pregunta?”. La serpiente respondió “En realidad nunca contesto preguntas de mis víctimas, pero por ser tú te lo voy a permitir.” Entonces la luciérnaga preguntó “¿Yo te hice algo?”, “No” respondió la serpiente. “¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?” preguntó la luciérnaga, “No” volvió a contestar la serpiente. “Entonces, ¿por qué me quieres comer?” inquirió el insecto. “Porque no soporte verte brillar”, respondió la serpiente.
Fuente: Gente Tóxica de Bernardo Stamateas
toñi comentó el
Muy bueno te hace pensar y reflesionar.y lo de cambiar se intentara pero es mas difícil hay cosas k se hacen por intuición y pensando k lo haces por bien
Por Lorena González López. Tu psicólogo de confianza en Avilés
Para más información escríbenos a lorena@psicologiavanza.es o llámanos al 619 906 108
Lorena González López comentó el
Lo ideal es tener una buena autoestima, no desear mal a nadie y vivir nuestra vida como creamos conveniente. Es cierto que a veces decimos las cosas y hacemos daño a personas que queremos, pero eso nada tiene que ver con la envidia. Más adelante escribiré un artículo sobre como realizar críticas asertivamente. Un saludo
Por Lorena González López. Tu psicólogo de confianza en Avilés
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