¿Te sientes bien, pero crees que podrías ser más feliz? ¿Te consideras una persona positiva? ¿Quieres aumentar el grado de bienestar en tu vida?
La psicología positiva es una disciplina reciente y en pleno auge de la psicología. Se interesa científicamente en el desarrollo y el bienestar de las personas y de las organizaciones, antes que de sus problemas y padecimientos. Su objetivo no es aliviar el malestar de quienes sufren psíquicamente, sino ayudar a todas las personas que ya se sienten bien….a que se sientan aún mejor.
Se ha descubierto que la forma en la que hablamos a los demás y a nosotros mismos influye positiva o negativamente en nuestra motivación y conducta. Marcial Losada y col. realizaron un estudio que confirmó que el bienestar se construye sobre una ratio de 3 elementos positivos contra 1 elemento negativo. Por ejemplo, las personas que experimentan el triple de emociones agradables que de sentimientos desagradable se declaran habitualmente felices en sus vidas. En cuestión de pareja, la ratio pasa a ser 5:1, es decir, para ser feliz en pareja hay que procurar expresar cinco veces más enunciados positivos que negativos. Párate un momento a reflexionar si cumples con esta ratio en tus relaciones sociales, laborales y afectivas.
En la vida hay infinidad de cosas positivas y negativas. Tenemos amigos, familia, trabajo, salud, amor, vivimos en un país democrático, disponemos de cierto nivel de confort: aparatos electrónicos, teléfonos móviles, coches, etc. Pero también hay accidentes, enfermedades, averías, agobios, estrés, contaminación, etc. Sólo nosotros decidimos en que nos vamos a fijar. Cuanta más atención prestemos a lo negativo, más decaerá nuestro estado de ánimo. Cuanto más nos centremos en lo positivo, mejor será nuestro humor…..sin que nada cambie en realidad. Reflexiona sobre las cosas positivas que tienes a tu alrededor que contrarrestan a las negativas.
La psicología positiva ha demostrado que las personas de buen humor consideran las cosas en su globalidad, mientras que las personas de humor más bien triste se centran más en los detalles. Las emociones desagradables como la cólera, la tristeza y el miedo tienden a focalizar la atención para reaccionar adecuadamente ante un peligro o un problema como mecanismo de supervivencia; mientras que las emociones agradables actúan en el sentido de una relajación o expansión del foco atencional. El humor positivo conferido, por ejemplo, por una visión optimista de la realidad, favorece un tratamiento global de la información. Al contrario, el humor triste privilegia un tratamiento más analítico y sistemático. Ambos modos son complementarios y nos permiten llevar a cabo ciertas tareas específicas con mucha eficacia. En determinadas ocasiones será más conveniente adoptar una u otra postura en función de las necesidades de cada situación. El problema radica cuando esta postura se vuelve dogmática e inflexible: un optimismo inmutable o un pesimismo inquebrantable. ¿Te has parado a pensar como son tus actuaciones ante situaciones críticas?
Ser generoso también contribuye a nuestro bienestar. No se trata de repartir bienes o dinero, sino nuestra energía, cuanta más energía damos en beneficio de los demás, más nos enriquecemos. La persona que da sin esperar nada a cambio experimenta emociones agradables y tiene una mejor imagen de si mismo, lo que aumenta su autoestima, contribuye al bienestar de los demás, adquiere mayor conciencia de lo que tiene que de lo que carece y se inscribe en una red de ayuda mutua de la que también podrá beneficiarse dado el caso. Sería bueno que te fijaras en las cosas que diariamente o semanalmente haces por los demás y que quizás no te hayas dado cuenta aún.
Sonreír aunque sea sin ganas está comprobado que tiene efectos directos sobre nuestro sistema cerebral. Al igual que cuando estamos alegres, se dibuja una sonrisa espontanea en nuestro rostro, también sucede a la inversa, es decir, cuando una sonrisa se dibuja en nuestro rostro, se envían mensajes a nuestro cerebro que interpretan el gesto como un signo de alegría y que segregan los correspondientes neurotransmisores mejorando nuestro estado anímico. Para comprobarlo sólo tienes que hacer un simple ejercicio: primero sujeta un lápiz entre tus dientes y observa tu estado de ánimo, después intenta sujetar el lápiz entre el labio superior y la nariz,y observa de nuevo tu estado de ánimo. En la primera mueca se fuerza una sonrisa produciendo una mejora en el estado de ánimo,y en la segunda una mala cara que afecta negativamente a nuestro humor. A partir de ahora, practica algunos minutos de lápiz entre los dientes unas cuantas veces al día para conseguir sentirte bien.
Es común que vivamos en continua insatisfacción, pensamos que en el futuro cuando consigamos un trabajo, una pareja o tengamos más dinero será entonces cuando seremos realmente felices. Esto nos hace depender de las circunstancias para conseguir la felicidad; anhelar algo que no tenemos pero que cuando lo logramos comprobamos que no obtenemos la felicidad ansiada, al menos no al nivel que esperábamos. Somos pésimos adivinos cuando se trata de predecir lo que nos hará felices. Ciertos estudios han demostrado que sobrevaloramos el impacto de la riqueza sobre nuestra felicidad, suponemos que irnos de vacaciones solucionará nuestros problemas o creemos que el soltero encontrará la felicidad cuando se case y el casado anhela de nuevo sus momentos de soltería. Para solucionar este círculo vicioso de insatisfacción deberás aprender a vivir el momento presente, el aquí y el ahora, disfrutar plenamente de lo que tienes, ya que, puede ser que con el tiempo lo pierdas y no lo hayas disfrutado cuando lo has tenido o que quizás tengas más, más dinero, más amor, más estabilidad pero ello te llevará a nuevos retos, experiencias y también dificultades que tendrás que solventar en el momento oportuno. Lo único que importa es el AHORA. Observa qué tienes actualmente en tu vida que te satisfaga y que te haga realmente feliz, pueden ser cosas sencillas como tomar tu refresco preferido, dar un beso a tu pareja o jugar con tus hijos pequeños.
Como resumen final, os dejo una serie de datos comprobados científicamente que ayudan a mejorar considerablemente nuestro bienestar personal. Estos descubrimientos relevantes de la psicología positiva son:
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Los optimistas se alimentan de forma más saludable que los pesimistas, y son menos dados a fumar y consumir alcohol en exceso.
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Criticar es muy fácil, pero felicitar lo es mucho menos. Por lo tanto, critica menos y felicita más.
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Expresar palabras positivas y gratitud hacia los demás es una buena forma de aumentar la satisfacción de estar juntos.
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Nuestro estado de ánimo está influenciado por lo que pensamos, por aquello a lo que prestamos atención. Focaliza tus esfuerzos en las cosas agradables y positivas.
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Ser optimista y experimentar emociones agradables, alarga la esperanza de vida.
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Al igual que sonreír mejora el ánimo, poner una mala cara lo empeora.
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Una actitud positiva, manifestada mediante sonrisas más frecuentes, mejora la calidad de vida y contribuye a prolongarla.
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Alcanzamos la felicidad cuando hacemos gustosamente cosas que tienen sentido para nosotros.
El sabio es aquel que no se aflije por lo que no posee, sino que se alegra por lo que posee
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