19 de octubre de 2014
Día Contra el Cáncer de Mama
#sumatealrosa
Según las Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), el cáncer de mama es el tumor más frecuente entre las mujeres occidentales. En España se diagnostican alrededor de 22.000 nuevos cánceres de mama al año. Se estima que la probabilidad de padecer cáncer de mama a lo largo de la vida es de, aproximadamente, 1 de cada 8 mujeres. El cáncer de mama es un tumor maligno que se origina en el tejido de la glándula mamaria. Cuando las células tumorales proceden del tejido glandular de la mama y tienen capacidad de invadir los tejidos sanos de alrededor y de alcanzar órganos alejados e implantarse en ellos, hablamos de cáncer de mama. Cuando se diagnostica en estados iniciales es porque la mujer participa en programas de cribado o porque se ha realizado una mamografía de control, como seguimiento de otro problema distinto en la mama. Los síntomas más frecuentes por los que la mujer acude al médico son:
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Aparición de un nódulo en la mama que previamente no existía
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Dolor en la mama a la palpación
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Cambio de tamaño en alguna de las mamas
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Irregularidades en el contorno
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Menor movilidad de una de las mamas al levantar los brazos
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Alteración en la piel de la mama como úlceras, cambios de color y aparición de lo que se denomina piel de naranja
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Cambios en el pezón, como puede ser la retracción del mismo
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Aparición de nódulo en la axila
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Cansancio o dolor óseo en fases más avanzadas de la enfermedad
Los tratamientos más frecuentes para tratar el cáncer de mama son la cirugía, la radioterapia, la quimioterapia y la hormonoterapia. Será el especialista el que analizará y recomendará el tipo de tratamiento que más se ajuste a cada caso en particular, aportando suficiente información al respecto para que el paciente pueda decidir, junto al médico, el tratamiento a seguir.
Una vez diagnosticado el cáncer de mama y desde los primeros momentos es importante cuidar la salud mental del paciente y sus familiares. Por tanto, la psicología entraría a formar parte de los tratamientos propuestos, ya desde el principio de la enfermedad, para una completa asimilación de la enfermedad, el proceso a seguir y las consecuencias que se puedan derivar de él para el paciente y para su entorno. El primer impacto ya supone una serie de cuestionamientos del tipo: “¿Me voy a morir?” o “¿Podré conservar el pecho?”; además de suponer un shock emocional que ha de digerirse con especial cuidado, siendo normales las reacciones de incredulidad, negación, sensación de bloqueo y desinformación. La mujer debe enfrentarse a la posible deformación física, lo que supone una alteración de su autoconcepto, y hacer frente a sentimientos de vergüenza, baja autoestima, pérdida del deseo sexual, temor, ira, preocupaciones, ansiedad, tristeza, etc.
La tarea del psicooncólogo se trasladaría a todo el proceso desde la aceptación de la enfermedad hasta el alta médica y readaptación a la nueva situación una vez superado el período ambulatorio. El tratamiento psicológico es indispensable en cuanto a:
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Facilitar la adaptación de la enfermedad al paciente y su familia, intentando promover un adecuado afrontamiento durante el proceso.
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Conseguir una adecuada adherencia al tratamiento oncológico prescrito, implicando a la paciente en la toma de decisiones.
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Aprender a identificar las preocupaciones, necesidades y recursos de los pacientes relacionados con la enfermedad.
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Disminuir el sufrimiento del entorno familiar. Cuidarse para poder cuidar.
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Soporte emocional durante el proceso. Gestionar temores, dudas, miedos, pensamientos irracionales, sentimientos negativos, necesidades….
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Preparar para la cirugía: estar segura de la decisión a tomar, sopesar todas las opciones, ser conscientes de las ventajas e inconvenientes y los procesos de reconstrucción posteriores.
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Acompañar durante los procesos de tratamiento y sus posibles efectos secundarios (radioterapia, quimioterapia, etc.)
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Trabajar las relaciones familiares, sociales, de pareja, sexualidad, problemas laborales y otros estresores situacionales.
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Terapia existencial: miedo a la muerte, preguntas vitales, priorización de objetivos…
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Integración en la vida cotidiana, tras el alta, en todos los ámbitos (social, familiar, laboral, etc).
Si usted o un familiar o conocido padece, ha padecido o cree padecer cáncer de mama no dude en acudir a un especialista cuanto antes. La posibilidad de curación de los cánceres de mama que se detectan en su etapa inicial son prácticamente del 100%.
La AECC pone a disposición de los usuarios el programa “Mucho x vivir” dirigido a mujeres con cáncer de mama para ofrecer apoyo, atención y asesoramiento durante el proceso de la enfermedad. Para más información pinche en el siguiente enlace:
https://www.aecc.es/SobreElCancer/CancerPorLocalizacion/CancerMama/viviendodiaadia/Paginas/programamuchoxvivir.aspx
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