Actualmente y, sobre todo, en las grandes ciudades el ritmo de vida que llevamos es muy rápido y estresante. Este estilo de vida prolongado en el tiempo nos puede acarrear numerosos problemas y enfermedades, tales como ansiedad, depresión, enfermedades coronarias, así como, es causante de multitud de accidentes laborales y de tráfico.
Para evitar todo ello y frenar relativamente tu ritmo de vida, puedes adoptar una serie de pautas que te ayudarán a “ir más despacio”. Son cinco sugerencias que se pueden hacer en cualquier momento, lugar o situación sin que entorpezcan tus quehaceres diarios.
Cada cosa que hagas, trata de hacerla más despacio y disfrútala. Por ejemplo: Si vas caminando, intenta caminar más despacio; si estás conduciendo, trata de ir más lento y disfrutar del camino. Cocinar, darse una ducha, hacer ejercicio en el gimnasio….no importa lo que estés haciendo, cuando te des cuenta de que vas demasiado rápido, trata de frenar y disfruta realmente del momento.
Haz una lista de las tres cosas que consideres más importantes para tí, es decir, tus prioridades en la vida. Cuando hagas la lista, tienes que estar seguro de que podrás emplear tu tiempo en ellas. Imagina, por ejemplo, que tus tres prioridades son: pasar tiempo con tu familia, la lectura y hacer ejercicio; luego, debes estar seguro de que pasas el tiempo suficiente con tu familia, que tienes un hueco en tu vida reservado para la lectura y que dispones de tiempo real para realizar ejercicio regularmente. No te comprometas a realizar otras tareas menos importantes para las que no tienes tiempo suficiente.
No trates de hacer dos cosas a la vez. Si esto ocurre, probablemente no hagas ninguna de las dos tareas adecuadamente. Por ejemplo, no leas tus emails cuando hables por teléfono con un amigo; si pasa esto, focaliza tu atención en el email o en tu amigo y, una vez terminadas ambas cosas, te sentirás más relajado y tranquilo puesto que has resuelto ambas tareas con plena conciencia de lo que estabas haciendo y habrás retenido en tu memoria de manera adecuada toda la información relevante que se ha intercambiado.
Siéntate y no hagas nada durante media hora al día. Por ejemplo, en una cafetería o en un parque, apaga el teléfono para que nadie pueda interrumpirte y siéntate tranquilamente. Después observa todo lo que está a tu alrededor, el paisaje, el tiempo que hace, las personas que van pasando….. Intenta relajar tu mente y olvidar las preocupaciones durante esa media hora, ya te ocuparás de ellás después. Simplemente, observa y relájate.
Por último, unas de las cosas más relajantes que puedes hacer es estar cerca del agua. Si tienes cerca un estanque, un lago o un río, acércate a la orilla o coge un bote para sentir la flotación del agua. Si estás cerca del mar, vete a un lugar en la playa y relájate escuchando los sonidos del viento y del romper de las olas. Podrás sentir como tu cuerpo y tu mente van más despacio.
Si no haces, y crees que deberías hacer alguna de estas propuestas, te animo a que pruebes y comentes tu experiencia con nosotros.
Deja una respuesta